El cultivo del piñón
El procesado de este
fruto seco es, sobre todo, un trabajo manual cuyos resultados se traducen en un
producto de alta calidad
NATÀLIA GIMFERRER MORATÓ
Los piñones son las
semillas de los pinos que se encuentran dentro de una cáscara leñosa en el
interior de las escamas de las piñas. Tienen una capa protectora que los
protege de posibles amenazas externas. Desde que la piña cae al suelo hasta que
su fruto, el piñón, llega al consumidor, se recorre un largo y laborioso camino
que se fundamenta, sobre todo, en un cuidado y mimado proceso manual.
Los piñones son los únicos frutos secos que no provienen de
plantaciones previas, sino que se recolectan de los pinos del bosque. Por
tanto, estos alimentos no llevan ningún producto químico fitosanitario, es
decir, están exentos de contaminación química. El cultivo del piñón necesita
largos periodos de sol para madurar, de ahí que sea habitual en mesetas,
llanuras y colinas o, incluso, en alturas de más de 1.000 metros por encima del
nivel del mar. Es un cultivo que resiste sin problemas tanto la sequía del
verano como las heladas del invierno. A pesar de todo, el piñón no se salva de
las plagas, sobre todo de la procesionaria, unas orugas que contaminan el
alimento, las "Ips sexdentatus", unas larvas perforadoras que afectan
a los pinos, los homópteros o los "Leucaspis", que afectan a las
hojas de los árboles. Las enfermedades de los piñones se extienden también a
los pinos piñoneros, como los hongos "Armillaria",
"Cyclaneuma", "Botrytis" o Roya de los pinos.
De la piña al plato
El proceso de recolección de los piñones empieza con la
recogida de las piñas entre los meses de noviembre y abril, un procedimiento
que se realiza bajo un decreto ley cuyo objetivo es garantizar un producto de
máxima calidad.
Una vez recogidas, las piñas se almacenan hasta la llegada del
verano, cuando se extraen los piñones con todas sus cualidades nutritivas. La
extracción o despiñado se realiza con la extensión de las piñas en largas
superficies de suelo al sol. Esta operación permite que las piñas se abran de
manera natural. Los piñones que han quedado dentro se extraen con unos molinos
desgranadores y se seleccionan o limpian mediante máquinas que trabajan con
aire a presión.
Las piñas se almacenan hasta el verano, cuando se extraen
los piñones con todas sus cualidades nutritivas
Parte de estos piñones se guardan con la cáscara, aunque el
modo de envasado varía en función de la demanda. El resto se someten a un
proceso de eliminación de esta cubierta en el que es necesario mojar los
piñones con agua durante 24 horas para evitar que se rompan.
El siguiente paso consiste en introducir el piñón por un
seleccionador de tamaño que los clasifica. Después pasan por unos cilindros que
presionan las cáscaras y las abre suavemente. De esta manera, los piñones no se
rompen y no pierden su valor. Por último, los piñones y las cáscaras circulan a
través de una bomba que los separa, de modo que se obtienen las cáscaras por un
lado y los piñones, por el otro.
Si los piñones no son de color blanco, pierden su valor
comercial. Conseguir que adopten el color deseado obliga a someterlos al
proceso de mondado, que separa el piñón blanco del que no lo es mediante
máquinas clasificadoras que trabajan con células fotoeléctricas y
colorimétricas que distinguen los diferentes colores. Los piñones que no se han
clasificado bien deben separarse de forma manual.
Uno de los últimos pasos es el cepillado, que sirve para
quitar el color marrón debido a la capa protectora de este alimento. Una vez
decolorado, se lavan con agua de nuevo y se secan. El resultado es un producto
con buena presencia. El envasado dependerá del uso al que vaya destinado.
El
procesado del piñón es un trabajo sobre todo manual, que pasa de generación en
generación. Ninguna elaboración mediante maquinaria ha permitido obtener un
producto de tan alta calidad como el conseguido mediante la elaboración manual.
Plan de producción
Portugal y España son los principales productores de
piñones, ya que cuentan con unas 500.000 hectáreas de masa de pino piñonero, un
85% de la producción mundial del producto. Ésta es la principal conclusión de
la I Jornada Ibérica de la Piña y el Piñón celebrada el año pasado en Portugal.
El evento, organizado por Uniao da Floresta Mediterranica (Unac) y Associaçao
de Productores Florestais do Vale do Sado (Ansub), contó con la asistencia de
más de 180 representantes de este alimento (productores, distribuidores e
investigadores).
El piñón es uno de los productos forestales más importantes
y un motor económico vital en varias regiones de la península. La producción es
la principal fuente de ingresos, su fácil procesado en la industria
agroalimentaria ha hecho posible establecer de manera rápida un sector
especializado. Durante la jornada celebrada en Portugal, se concluyó la
necesidad de elaborar un Plan estratégico para el desarrollo del sector con el
fin de promocionar y mejorar la producción y comercialización del producto.
PIÑONES BAJO LEY
El proceso de obtención de piñones está sometido a los
requisitos de trazabilidad que figuran en el Reglamento (CE) nº 178/2002. En él
se fijan los procedimientos que garantizan la seguridad del alimento. Bajo este
contexto, se considera el comercio al por mayor y el tratamiento de piñones
como productos de la industria agraria, según el Decreto 274/2001. Un acuerdo
llevado a cabo por el Consejo de Agricultura y Ganadería y de Industria,
Comercio y Turismo establece que es necesario crear un documento de
calificación empresarial específico para el comercio de las piñas y sus
piñones. No obstante, el elevado precio del piñón en el mercado, debido al
laborioso proceso al que se somete, ha dado lugar a prácticas ilegales de
recogida de piñas y comercialización de los piñones a un precio más bajo.
Como dato anecdótico cabe aclarar que en Capital Federal, Argentina, el precio oscila entre $750 y $ 950, por Kg.
Fuente: EROSKI CONSUMER, el diario del consumidor
Muchas gracias!!!
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