¿Cómo ayudarlos? Comenzando por casa.
Los adultos debemos ser ejemplos a seguir, mostrando entusiasmo por la lectura, el estudio y el aprendizaje continuo.
Debemos promover un ambiente en el que se valore la curiosidad y se celebren las preguntas, facilitando el acceso a libros, tecnología y recursos educativos.
Utilizar herramientas tecnológicas y recursos digitales atractivos para captar el interés de los jóvenes, como aplicaciones educativas, juegos de aprendizaje y plataformas interactivas.
Establecer zonas cómodas y atractivas para leer y estudiar, tanto en casa como en la escuela.
Celebrar los logros académicos y el esfuerzo en el aprendizaje con reconocimientos, certificados o incentivos que motiven a continuar.
Mostrar cómo el aprendizaje de informática y otras materias puede tener aplicaciones prácticas en la vida diaria y en sus futuras carreras.
Animar a los jóvenes a cuestionar, experimentar y pensar de manera creativa, lo que puede aumentar su interés por aprender y descubrir nuevas áreas de conocimiento.