tan llena de recuerdos y vacía de
amor,
pensamos que ya nada vale la pena ahora,
porque hemos fracasado y nos mata el dolor.
Cuando no disfrutamos del sol
cuando amanece,
de la risa de un niño o el canto de un zorzal,
creemos que la vida ya no tiene sentido,
porque cuanto intentemos, seguro saldrá mal.
Y es en esos momentos cuando más
precisamos,
una mano tendida que nos pueda ayudar,
ese abrazo sincero de un amigo querido,
que nos de la esperanza que todo va a cambiar.
Son ángeles sin alas que están
junto a nosotros,
escuchando en silencio brindándonos calor,
acompañando siempre dándonos alegría,
haciendo nuestra vida un poquito mejor.
Son quienes nos recuerdan que hay
un muy buen amigo,
que siempre está presente en risa o en dolor,
tantas veces olvidado Él nos sigue cuidando,
es Jesús nuestro hermano el Signo del Amor.
Abrámosle la puerta de nuestros corazones,
confiémosle las penas, los sueños, la ilusión,
dejemos que nos lleve por senderos seguros,
y llegaremos salvos a la gloria de Dios.
pensamos que ya nada vale la pena ahora,
porque hemos fracasado y nos mata el dolor.
de la risa de un niño o el canto de un zorzal,
creemos que la vida ya no tiene sentido,
porque cuanto intentemos, seguro saldrá mal.
una mano tendida que nos pueda ayudar,
ese abrazo sincero de un amigo querido,
que nos de la esperanza que todo va a cambiar.
escuchando en silencio brindándonos calor,
acompañando siempre dándonos alegría,
haciendo nuestra vida un poquito mejor.
que siempre está presente en risa o en dolor,
tantas veces olvidado Él nos sigue cuidando,
es Jesús nuestro hermano el Signo del Amor.
confiémosle las penas, los sueños, la ilusión,
dejemos que nos lleve por senderos seguros,
y llegaremos salvos a la gloria de Dios.
¡Gracias a todos los amigos que son y
serán parte de mi vida y de mi alma!
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