El cantor se nos fué al cielo,
a cantarle a Tata Dios,
y aquí quedamos muy tristes,
porque nos falta su voz.
Con su changuito Luisito,
con quien Rubén estará,
seguro formarán parte,
del Gran Coro Celestial.
Rosita, su musa eterna,
su compañera, su amor,
qué lo cuidó con esmero,
hasta que el "ave" partió.
Tus compañeros y amigos
mucho vamos a extrañar,
más al pulsar una cuerda,
con nosotros estará.
Te fuiste hermano querido,
ya dejaste de sufrir,
y un dolor me queda adentro,
no te pude despedir.
Mucha pena aquí ha quedado,
en quienes te han disfrutado,
Grupo Arte Laferrere,
profunda huella ha dejado.
Nos unió el amor al canto,
y al mismo Dios adorar,
predicamos su palabra,
conjugando el verbo amar.
Por tu cariño y tu luz,
por siempre estarás conmigo,
gracias por cuánto nos diste,
y por tanto compartido.
Qué decirte de la angustia,
de tantos que te queremos,
recordando tus canciones,
así nos consolaremos.
Y si los ángeles cantan,
algún día escucharé,
tu voz pura y portentosa,
y junto a vos cantaré.
Feliz vuelo hermano querido, estoy seguro que el Señor te reservó un lugar de privilegio muy
cerca de Él. Con vos se me fue una parte muy importante de mi vida.
Fueron más de cincuenta y cinco años de amistad, de amor de hermanos, juntos en los buenos y en los malos momentos. Imposible olvidarte, muy difícil seguir caminando. Pero por respeto a vos y a todos los sueños compartidos, seguiré cantando, y cada vez estarás a mi lado, hasta que Diosito nos junte para que nuestras almas entonen un Ave María de felicidad por el reencuentro!!!
Mario César Marini
