sábado, 8 de julio de 2023

"El ñacurutú, el canario y la serpiente"

 



El ñacurutú oía con deleite el canto de un canario posado sobre una rama de olivo y lo miraba con sus grandes ojos amarillos.

Parecía expresarle su admiración con un lento parpadeo. El canario llenaba el espacio con sus gorjeos más dulces.

-¡Qué armonioso es tu canto!  - le dijo el ñacurutú, mirándolo fijamente.

-Y tú, qué feo eres, amigo- le respondió elcanario.

-¡Qué fino es tu plumaje: parece de oro!

Y el canario le contestó, riéndose y henchido de vanidad:

-Y tú, ¿has visto qué plumas ridículas tienes en la cabeza? Parecen cuernos.

El ñacurutú cerró sus grandes ojos para ocultar sus lágrimas y luego exclamó:

-¡Cómo me agradaría poseer tu garganta y tu traje de oro!

Feliz el canario de sentirse admirado, reanudó su canto  maravilloso, sin advertir que por el tronco del árbol subía una serpiente, con la boca abierta, para devorarlo.

-¡Hu...huu! -gritó entonces el ñacurutú-. Huye pajarito, si no quieres perecer envenenado entre las mandíbulas de la serpiente.


El canario se estremeció de horror al ver cerca de la rama a su enemiga y echó a volar.

El ñacurutú lo vió alejarse y se quedó mirándolo con sus grandes ojos amarillos.

-¡Tonto! -gritó la serpiente al ñacurutú-. Ese pájaro se ha burlado de ti y acabas de librarlo de mis dientes...

-¿Crees que hice mal?  Ha querido burlarse de mí, es verdad; pero no he escuchado sus palabras. En cambio, su canto maravilloso ha endulzado mi soledad, ha hecho más bello el paisaje y sonora la rama.

La serpiente, incapaz de comprender las palabras del ñacurutú, descendió del árbol, y arrastrándose se fué del lugar avergonzada y en silencio.

En la serenidad de la tarde, un grito lúgubre cruzó la montaña como una flecha.

--¡Hu...huu!...

El pajarito escuchó el grito de su salvador y le respondió con su trino más melódico:

--Perdóname, ñacurutú. He aprendido hoy que eres bello, porque tienes un alma bondadosa que en mi aturdimiento no valoré lo bastante. 

¡Déjame que te llame hermano mío!


En la vida, los vanidosos terminan, casi siempre, humillados ante los mismos

 a quienes han querido ofender.


Ñacurutú: Nombre indígena que en la región andina se da a una especie de buho. "Aunque de aspecto espantoso, es manso con el hombre y se sujeta a desempeñar en nuestras casas el oficio de ratonero. Nunca echa las uñas sobre las demás aves". - M. Sastre


P.D. Extraído del libro de lectura "Alfarero", para cuarto grado, editado en 1958.


¡Muchas gracias, qué Dios los bendiga!  

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