miércoles, 30 de octubre de 2019

"La leyenda del trigo"





Cuenta la leyenda que la Luna, juguetona y traviesa, se había reído del sol, en sus propias barbas de fuego; y que el sol, viejo gruñón, le quitó en castigo, la luz con la que se bañaba, entre nubes rosicleres, todas las mañanas; se cubría de encajes violáceos por la tarde y se presumía, entre las estrellas, todas las noches.

Siglos de siglos anduvo la Luna a tientas por el espacio hasta que los astros se reunieron para pedirle al dios resplandeciente que la perdonara. "Apiádate de la pobre ciega- le dijeron-. Mira, ¡Oh Poderoso!... Cómo se deslíe en lágrimas níveas de amargura. Ya ha purgado suficientemente su travesura".

El sol oyó la súplica de sus hijos y perdonó a la irrespetuosa, a condición de que fuera siempre buena y formal. La Luna prometió todo y el Gran Astro, arrepentido de su dureza recogió, una a una, las albas lágrimas de la álida viajera de la noche, las vistió de luz y las lanzó al espacio.




Así dicen que el trigo vino al mundo: blanco por dentro, dorado por fuera y hecho de lágrimas. Por eso se recoge a rigor de penas. La Luna, consecuente con su promesa de ser buena después de aparecérsenos redonda y blanca en la inmensidad del firmamento, llora todas las noches un poquito, se va deshaciendo en lágrimas poco a poco, para que a nosotros nunca nos falte el pan.


Carlos Carlino




Extraída de Internet

lunes, 21 de octubre de 2019

"Poesías de alto vuelo"




Para todas aquellas personas que deseen transitar por el maravilloso mundo virtual de las letras, les recomiendo que visiten "La página de los Cuentos", donde van a encontrar hermosas y sentidas poesías y majestuosos cuentos, a veces con personajes imaginarios, y otras no tanto.
Muy especialmente les aconsejo recrearse con los profundos y sensibles escritos de mi querida amiga Victoria (6236013), tal su identificación en el sitio.
La armonía y la fuerza de su narrativa es tal, que ingresa a través de nuestros ojos, pero terminamos guardándolas en la sagrada biblioteca de nuestra alma.
Lo agradecerán y se harán habituales visitantes y por qué no aportantes de poesías y/o cuentos.
Un ejemplo vital es la presente, que nos deja un profundo mensaje de amor y sabiduría, que nos hará mucho bien ponerlo en práctica.



No esperaré       AUTORA:    Victoria (6236013)

¡No! No esperaré
No voy a esperar que mueran para gritarles te quiero.
A ustedes
mis hermanos
los que siento verdaderos.
No esperaré a llevarles las flores al cementerio.
Se las quiero dar en vida
una rosa y su misterio
Margaritas
y un los quiero.
Les regalaré un poema con gran parte de mi alma
será la única herencia para despedirme en calma.
Si todo ese amor que llevo
no lo brindo a mi manera
soy como una flor marchita y en vida me siento muerta.
Llevo mi sangre que hierve y el corazón que se altera
una erupción de suspiros en otoño y primavera.
Voy con la sonrisa al viento para quién quiera tenerla
y en mi alma una tristeza
que siempre quiero ocultar.:
Y camino por la vida como queriendo brindar
la misión que Dios ha dado
la más dulce
la más bella
la más fácil.
¡La de amar!

Victoria



Querida amiga Victoria, eres muy generosa al autorizarme a enriquecer mi blog con tu talento y fina sensibilidad, permitiendo a mis visitantes tener acceso a tu amorosa y genial forma de expresar sentimientos nobles y sinceros, que además de  hacerme mucho bien, me ayuda a crecer aprendiendo  de vos y eso te lo agradeceré eternamente. Dios te bendiga.

Mario Marini 
(macema)


sábado, 12 de octubre de 2019

"Don José Pistoia" Ejemplo para imitar!!!





Hace varios años la vida me hizo un regalo inestimable por el que quiero expresar mi gratitud. Tuve la oportunidad de conocer a una persona de características especiales que me llamaron la atención. Alto, delgado y erguido, como un árbol bien plantado en quien se notan sus raíces fuertes y bien arraigadas, que no hay viento que lo derribe. Con una mirada profunda que penetra el alma, sereno al conversar y al escuchar. Inquieto en su andar y con el pensamiento siempre en hacer buenas obras para los demás. Mueve cielo y tierra hasta conseguir lo que busca. Incansable en todo lo que se propone. Su nombre es José Pistoia.


Me honra saberlo mi amigo, aunque cuando conversa conmigo me dice: “hija,…...tal o cual cosa”.



La historia de José tiene que ver con cuánto hizo por nuestro querido hospital, tiernamente, la Casa Cuna.
Fue a través de José que por sus contactos conseguimos que el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde fuera reconocido como el más antiguo de América.


En una oportunidad, con la colaboración de sus compañeros del Congreso de la Nación donde se desempeñaba como personal administrativo, recibimos una donación de veinte mil pañales para los niños internados, que fueron muy bien administrados por el Servicio de Voluntarias.


Siempre atento a las necesidades del hospital y especialmente de los niños, nos brindó su apoyo y ayuda de manera desinteresada y viendo su alegría de poder participar en obras de bien hizo carne las palabras : “Más bienaventurado es dar que recibir”.



Hace pocos días hablamos telefónicamente y me manifestó su deseo de volver a visitar el hospital. Durante su visita que la disfrutamos tanto, casi no hablaba, observaba con detenimiento cada lugar por el que pasaba, como si su mente estuviera pensando “qué tengo que hacer ahora”.


Conoció la importante tarea que se está llevando a cabo acerca de la hipertensión arterial en los niños y ofreció su colaboración para conseguir la aparatología que se está necesitando para dicho trabajo, que en poco tiempo superó las expectativas de la profesional que lo desempeña diariamente.


Nuestro reconocimiento a este gran hombre, que bien puede llamarse un Filántropo porque no cesa en su tarea de hacer el bien. Una sola y pequeña palabra lo resume todo: 

¡GRACIAS!



Gracias José por ser un benefactor para nuestra querida Casa Cuna.



Emotivo momento junto a nosotros con su hija y su nieta.


Como de costumbre solidariamente, estuvieron presentes dos integrantes de Alegría Intensiva, dando alegría a los presentes!!!


No puedo dejar de expresar mi gratitud al padre Cristian Ramírez, quien como siempre nos acompaña en las cruzadas solidarias; a Cunamoryvos, quienes con tanto cariño y entrega hacia los demás, se encargan de divulgar y hacer conocer las buenas noticias que nos permiten crecer en el amor al prójimo; al Servicio de Voluntarias y en este caso especial a Luisa Montobbio quien participó en la equitativa distribución de la donación de los pañales; a María Fabiana Ossorio y a Fernando Ferrero, quienes se encargaron de argumentar el por qué el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde es el más antiguo de América; y a la doctora Adriana Iturzaeta, por su tarea abocada a la detección y al control de la hipertensión arterial en los niños.


"La nube y el viento"

    Una hermosa mañana de otoño, en algún bello lugar de mi querida Argentina, pude observar y escuchar a una nube hablando con el calmo v...