"Pasaré por este mundo una sola vez. Si hay alguna palabra bondadosa que yo pueda pronunciar alguna noble acción que yo pueda efectuar diga yo esa palabra, haga yo esa acción AHORA, pues no pasaré más por aquí...".
La vida de Jesucristo se manifestó a través de William
C. Morris, Filántropo y Pedagogo e impactó en la vida de otras personas a
través de su ejemplo.
Porque no son necesarias
grandes acciones en la vida de cada persona sino que de los pequeños actos se
nutre el ser humano y nutre a quienes lo rodean.
Demás está decir que
esas pequeñas acciones reunidas se transformarán en grandes acciones.
Tal es el caso de
quien me inspiró para escribir estas palabras.
En el ámbito
hospitalario no sólo se tratan las enfermedades sino que lo más importante es
contener, sostener y socorrer a quien más lo necesita.
Me estoy refiriendo al
capellán del Hospital General de Niños Pedro de Elizalde, nuestra querida Casa
Cuna, el padre Cristian como lo llamamos todos.
Cristian José Ramírez,
si conocerán las baldosas del hospital sus pasos incansables a cualquier hora
para cumplir con su misión de Sacerdote!!!
Está de Guardia los
365 días del año habitando en su casa como él bien dice, la capilla. Se lo
puede llamar a toda hora y siempre está listo para atender al llamado de un
enfermito necesitado.
Comienza su día con la
misa a las 7hs. puntualmente y a partir de ahí empieza su caminata hacia los
distintos sectores del hospital.
Cuando descubre a
alguien que busca algo y no sabe para dónde ir, lo interroga para prestarle
ayuda. Generalmente son padres que llevan alguna donación de ropa ó juguetes,
entonces gentilmente los acompaña al lugar indicado para que la donación sea
bien entregada.
No “se achica” si ante
la falta de Voluntarias, por el horario, debe recibir por ejemplo pañales. De
ninguna manera, los recibe y personalmente y con una gran alegría los lleva a
las Salas de Internación, sabiendo que “era justo” lo que se estaba necesitando
en ese momento.
Sabe escuchar a su
interlocutor con mucha atención. Su mirada profunda, de ojos celeste azulados, atraviesa el alma
de quien lo escucha.
Su misión no es fácil
porque abarca muchas situaciones, pero no es sólo un Sacerdote, porque que se
pone a la par del otro, su prójimo.
Disfruta de la alegría
de los niños y hasta es capaz de jugar con ellos, sobre todo si son de su
equipo de fútbol. Año a año se regocija con la bendición impartida alrededor
del Pesebre y del Árbol Navideño.
No sólo asiste a los
pacientitos y a su familia sino que se ocupa también del personal del hospital,
quienes acuden a pedir su consejo ante situaciones que por sí solos no pueden
resolver.
Dios le entregó ese
don: la inmensa Vocación de Servicio, pero al mismo tiempo le concedió salud y
fortaleza para que pueda afrontar la innumerable cantidad de actividades que
realiza.
Mi hermano del alma Mario Marini, hacedor de este blog desde 2009 y enamorado de nuestro querido Htal. del cual se jubiló hace un par de años, le escribió y cantó este tema musical, en el que reflejó el espíritu incansable de este "curita" ejemplar.
Gracias a todos por seguir acompañándonos en este camino iniciado hace tantos años al que hemos denominado "Cunamoryvos", y del cual soy orgullosa madrina, en homenaje a la para nosotros siempre, ¡Casa Cuna!
Dios los proteja y bendiga siempre, junto a sus seres queridos!!!
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