Patria, hoy es tu cumpleaños y no sé que decirte.
¿Qué te digo, Patria? ¿Qué te amamos como siempre? ¿Que nuestras ventanas y patios se vistieron de celeste y blanco como en aquellos viejos tiempos? ¿Qué en cada pecho argentino hay brillando una escarapela?
Vos sabes bien que a lo largo de tu historia hubo muchos hombres y muchas mujeres que pusieron su valor, su honradez, sus ideas, su trabajo y también su sangre para que seas libre, justa y soberana.
Sabes que ellos poblaron sus espacios con sus hijos y que estos crecieron sabiendo pertenecerte.
Sabes mejor que nadie, Patria que en las fábricas, en los retazos verdes del campo, en los almacenes perdidos de las orillas, en los juzgados y en los hospitales donde el dolor se demora, en los teatros, en las escuelas de aulas urbanas y de aquellas que se mecen a cielo abierto, en las universidades y en tantos hogares hay corazones que laten en tu nombre.
Y también están los otros. Los que en los rincones de la noche negocian tu sangre y tu cielo. Porque parecería que esta ciudad que una vez expulsó al extranjero invasor tiene hoy los techos y los balcones demasiado altos y el aceite caliente del coraje llega frío hasta sus calles. ¿Cómo hacemos ahora para echarlos si ya no vienen en barcos armados sino que viajan en las sutiles redes de los mercados?
Y te cuento algo mas, Patria: yo sueño con vos, sueño que te merecemos, que nuestros viejos están cuidados, que nuestros niños disfrutan sus derechos. Sueño que todos tienen casa y comida, que la Justicia nos ampara, que a la escuela van a recibir instrucción y no solo a tomar la única leche.
Sueño que los enfermos están atendidos con dignidad, que todos los sables están oxidados y las armas enterradas en los campos del olvido.
Sueño que en basureros enormes se amontona la droga que ya nadie quiere ni precisa.
Ya ves, Patria, aún para buscarte sigo caminando la utopía.
Y hoy en tu cumpleaños, en nombre de tantos hombres y de tantas mujeres que todavía aman, trabajan, cantan, sueñan y creen en su tierra sin bajar los brazos ni la esperanza te digo:
¡ Feliz cumpleaños, Patria mía!
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