sábado, 12 de octubre de 2019

"Don José Pistoia" Ejemplo para imitar!!!





Hace varios años la vida me hizo un regalo inestimable por el que quiero expresar mi gratitud. Tuve la oportunidad de conocer a una persona de características especiales que me llamaron la atención. Alto, delgado y erguido, como un árbol bien plantado en quien se notan sus raíces fuertes y bien arraigadas, que no hay viento que lo derribe. Con una mirada profunda que penetra el alma, sereno al conversar y al escuchar. Inquieto en su andar y con el pensamiento siempre en hacer buenas obras para los demás. Mueve cielo y tierra hasta conseguir lo que busca. Incansable en todo lo que se propone. Su nombre es José Pistoia.


Me honra saberlo mi amigo, aunque cuando conversa conmigo me dice: “hija,…...tal o cual cosa”.



La historia de José tiene que ver con cuánto hizo por nuestro querido hospital, tiernamente, la Casa Cuna.
Fue a través de José que por sus contactos conseguimos que el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde fuera reconocido como el más antiguo de América.


En una oportunidad, con la colaboración de sus compañeros del Congreso de la Nación donde se desempeñaba como personal administrativo, recibimos una donación de veinte mil pañales para los niños internados, que fueron muy bien administrados por el Servicio de Voluntarias.


Siempre atento a las necesidades del hospital y especialmente de los niños, nos brindó su apoyo y ayuda de manera desinteresada y viendo su alegría de poder participar en obras de bien hizo carne las palabras : “Más bienaventurado es dar que recibir”.



Hace pocos días hablamos telefónicamente y me manifestó su deseo de volver a visitar el hospital. Durante su visita que la disfrutamos tanto, casi no hablaba, observaba con detenimiento cada lugar por el que pasaba, como si su mente estuviera pensando “qué tengo que hacer ahora”.


Conoció la importante tarea que se está llevando a cabo acerca de la hipertensión arterial en los niños y ofreció su colaboración para conseguir la aparatología que se está necesitando para dicho trabajo, que en poco tiempo superó las expectativas de la profesional que lo desempeña diariamente.


Nuestro reconocimiento a este gran hombre, que bien puede llamarse un Filántropo porque no cesa en su tarea de hacer el bien. Una sola y pequeña palabra lo resume todo: 

¡GRACIAS!



Gracias José por ser un benefactor para nuestra querida Casa Cuna.



Emotivo momento junto a nosotros con su hija y su nieta.


Como de costumbre solidariamente, estuvieron presentes dos integrantes de Alegría Intensiva, dando alegría a los presentes!!!


No puedo dejar de expresar mi gratitud al padre Cristian Ramírez, quien como siempre nos acompaña en las cruzadas solidarias; a Cunamoryvos, quienes con tanto cariño y entrega hacia los demás, se encargan de divulgar y hacer conocer las buenas noticias que nos permiten crecer en el amor al prójimo; al Servicio de Voluntarias y en este caso especial a Luisa Montobbio quien participó en la equitativa distribución de la donación de los pañales; a María Fabiana Ossorio y a Fernando Ferrero, quienes se encargaron de argumentar el por qué el Hospital General de Niños Pedro de Elizalde es el más antiguo de América; y a la doctora Adriana Iturzaeta, por su tarea abocada a la detección y al control de la hipertensión arterial en los niños.


1 comentario:

  1. Un ejemplo de persona sin lugar a dudas de las que necesitamos todos para hacer un mundo mejor.Felicitaciones Irma por lograr que Don José ayude a los niños de nuestro Hospital!!!

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