sábado, 29 de agosto de 2020

"Buenos días, querido sol"







Buenos días querido sol, ¿sabes que hoy te veo más hermoso y cálido que ayer? Y eso que estamos en pleno otoño.
¿Será que eres más importante para mi que antes?
¿O acaso cada nuevo día al verte, renace en mi corazón la esperanza de un futuro feliz, sin odios, grietas, ni “virus”?
Tal vez lleguemos a entender los humanos el valor de una palabra, un abrazo, una caricia, o simplemente una mirada.
La naturaleza que tanto pisoteamos, contaminamos y destruimos, ya no sufre tanto.
Los animales de a poco recuperan parte de su hábitat, su libertad, su bienestar y su alegría.
Juegan sin temor, saltan corren, sin que nadie los moleste. Los pájaros brindan bellísimos conciertos armoniosos y vibrantes.
¿Qué pasa en el mundo que ellos circulan con tanta normalidad?
Muy simple, los humanos estamos encerrados por culpa de un monarca dictador y peligroso, como todos los dictadores.  El Coronavirus o COVID 19, llámalo como quieras, tan chiquitito e invisible y logró poner de rodillas, angustiadas y temerosas, a todas las potencias del mundo, y como no discrimina, a las no potencias también.
¿Quién hace daño? El ser humano. ¿Quién está sufriendo ahora? El ser humano.
Parecería que no somos tan dominadores, ni poderosos, y que muchos gobernantes, tuvieron que atar el caballo de su soberbia en el palenque, porque se les desbocó.
Caramba, tan arriba de la cima de la fortuna, el dinero y el
poder, y ahora tan tirados en el piso rogando que no nos toque. Aun, los no creyentes en nada, (según manifestaban antes), me envían cadenas de oración de distintas religiones. Y me parece muy bien. Este momento necesita de toda la fuerza espiritual que tengamos. Y esa, está dentro de nuestra alma. Allí, en un rinconcito, tratando de molestar lo menos posible y no echándonos en cara el que muchas veces lo dejamos de lado, está Dios para algunos, Jehová para otros, o ponle el nombre que quieras,
Él, alimenta  nuestra FE y ESPERANZA, y bajo el lema del amor y la solidaridad por el otro, nos enseña el respeto y el agradecimiento por cada momento de nuestra existencia. “VALORES”.

Tratemos de ser mejores cada instante y tendamos nuestra mano a quien podamos ayudar.
Apoyemos y cuidemos a los que ponen el pecho en primera fila a esta Pandemia.
Equipos de Salud y todos aquellos que aportan su granito de arena para que no nos falte lo imprescindible para sobrellevar este trance.
No olvidemos a los fallecidos, ni a sus familias y amigos. Oremos por ellos y démosle contención en la medida de nuestras posibilidades.
No escribo nada que el mundo no sepa, pero sentí la necesidad de plasmarlo en este querido Blog.
¡Qué Dios nos bendiga y proteja a todos, y nos de la fuerza para luchar, y resignación y fortaleza para sobrellevar las pérdidas invalorables que debamos afrontar!

Muchas Gracias!!!

Mario Marini

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